martes, 26 de noviembre de 2013

DOCTOR SONRISAS

Que te parece comenzar el día regalando sonrisas.La vida es para vivirla y es tu obligación hacerlo.
Puede que estés enfadado con tu hijo, con tus alumnos, compañero de trabajo,....pero yo te quiero regalar mi sonrisa.
La sonrisa cura! te regalo vida!!!
Os dejo al Doctor Patch Adam. Toda una lección de vida.

Sonríe!!!!

sábado, 16 de noviembre de 2013

HAGAMOS SINERGIAS. JUNTOS ES MEJOR

Cuando estamos en clase con los estudiantes, da igual al curso a que pertenezcan, nos encontramos, nosotros los docentes, inmersos en nuestra lucha diaria: ¿habrá quedado claro lo que acabo de explicar?; ¿sabrán hacer este ejercicio o será muy difícil?; no para de moverse fulanito;.etc...
¿Has pensado en aprovechar la grandiosidad de tu clase para dar respuesta a lo que te preocupa?Puedes hacer la valer la sinergia; evaluar las diferencias para trabajar en conjunto, lo que da mejor resultado que hacer las cosas sólo. Es cuando 1+1= 3.

Juntos, tus alumnos y tú, podréis conseguir aquellas metas que entre todos defináis.
¿Se te ocurre cómo? Te propongo que dediques unos 15 minutos diarios de clase. Da igual cuando sea. A primera hora de la mañana o después del patio o a última hora.
En primer lugar,has de explicar a tus alumnos el objetivo de este cambio de actitud y en qué consiste la nueva dinámica que vas a introducir diariamente.
El propósito del "programa de quince minutos diarios" es que  durante ese tiempo, los alumnos aplazarán todo aquello que se proponían a realizar para hacer una actividad de equipo.
Puedes empezar con una dinámica sencilla que te servirá para explicar el propósito del programa.
Cada alumno escribe en una hoja tres cosas que sabe hacer muy bien solo. Se leen todas las cosas que han puesto los niños. Hazles ver lo maravilloso que sería tener ese poder a disposición de toda la clase. Podemos conseguir más cosas que solos.
Una vez tengas todas las cosas que saben hacer tus alumnos, has de colgarlas en una hoja en la pared. Pueden empezar a trabajar durante 15 minutos todos juntos en hacer el  nuevo mural de clase.
¿Cuál es el segundo paso?
Ahora ya conoces las fortalezas de tu equipo. Conforme vayan realizando actividades juntos, disminuirán los conflictos entre compañeros, fortalecerá la autoestima de la clase y estimularás la atención en clase..

ENSEÑAR A TENER BUENAS IDEAS


CUENTO PARA APRENDER A CALMARSE

sábado, 9 de noviembre de 2013

CUENTO EN FAMILIA

Os dejo esta semilla para que a través de ella elaboréis un maravilloso cuento para vuestro hijo y para vosotros. Hagamos hogares de autoestima y tendremos hijos con autoestima.
Siendo la mejor versión de nosotros conseguiremos la mejor versión de nuestros hijos, alumnos,...



viernes, 8 de noviembre de 2013

NIÑOS CON ALTAS CAPACIDADES INTELECTUALES

SOBRE LAS ALTAS CAPACIDADES INTELECTUALES

Capacidad = “aptitud, el talento o cualidad que dispone alguien para el buen ejercicio de algo” (Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española)
Llamamos alta capacidad a un elevado talento, bien para algo concreto (talento musical, talento deportivo, talento matemático,…), o para todo en general. El origen o causa de esa elevada aptitud se sigue debatiendo, si bien la mayoría de autores creen que existe un fuerte componente genético. La capacidad es un potencial para algo que, si no se trabaja y desarrolla, no llegará a convertirse en rendimiento. Un ejemplo muy sencillo de entender es el talento deportivo. Un niño puede nacer y crecer con unas características físicas que le hagan muy apto para un deporte concreto. Ahora bien, si no practica ese deporte, su talento no se verá convertido en rendimiento, es decir, ese talento se habrá perdido.
Muchos talentos se vislumbran desde la infancia. Ya con dos-tres años hay niños a los que les llama mucho la atención el funcionamiento de las cosas, las letras, los números, los coches, la música, el balón, los animales,...demostrando gran habilidad en su proceso de aprendizaje. Los talentos intelectuales muestran una curiosidad natural insaciable por un tema concreto que aprenden con una gran facilidad, relacionando conceptos e ideas con agilidad. Son niños muy preguntones, que lo quieren saber todo, con inquietudes algo “atípicas” para su edad y respuestas tremendamente originales.  Su vocabulario suele ser un tanto “inusual”, más rico. Conocen las letras antes de los tres años. Adquieren un sentido de lo abstracto a una edad muy temprana, de modo que  se orientan fácilmente en el tiempo y se preocupan por temas como la muerte o la justicia hacia los cinco años.
Estos niños, que disfrutan aprendiendo de una manera natural, autodidacta, pueden chocar de frente con determinadas metodologías de aprendizaje de los centros escolares.


 Concretamente aquellas que persigan el mismo resultado en todos y cada uno de los alumnos. Las metodologías repetitivas, las que no tienen en cuenta los conocimientos previos del alumno sobre el tema, las que no aprovechan esos conocimientos para motivar al propio alumno y al resto de compañeros, se convierten en el calvario de este tipo de niños, que se ven obligados a trabajar en vocales cuando ya saben leer, a colorear machaconamente con el deseo interno de salir del cole para aprender, a hacer interminables filas de sumas a pesar de dominarlas, a pasar horas hablando del sistema solar a pesar de que en casa tienen un magnífico libro sobre agujeros negros mucho más interesante,….
Hay niños que se rebelan contra la escuela, hay otros que se adaptan. En esa rebelión es cuando se suelen empezar a adoptar medidas específicas que la ley reconoce para ellos. Introducir la flexibilidad en su proceso de aprendizaje es algo básico y muy necesario. Se trata de adaptar las materias a su manera de aprender, de evitar techos y frenos que acaben desmotivándole.
Volvamos al caso del deporte. Si un niño es muy bueno con la raqueta pero no le permitimos jugar o le obligamos a jugar siempre con jugadores de diferente nivel porque empleamos el criterio de edad para agruparles, es fácil pensar que acabará desmotivándose y dedicándose a otro deporte. Por ello, vemos con naturalidad que el talento deportivo se desarrolle fuera del aula, en escuelas o clubes. Y sin embargo, se pierden talentos científicos, matemáticos, filosóficos, literarios….por falta de oportunidades para su desarrollo, por falta de flexibilidad en la escuela, por metodologías que fomentan la homogeneidad y matan la curiosidad natural y por falta de apuestas decididas con visión de futuro fuera de los centros escolares.
Al margen de la responsabilidad social en la pérdida de todos estos talentos, que empieza a preocupar en Europa (según Dictamen del Comité Económico y Social Europeo, de 16-17 de enero de 2013, sobre el tema «Liberar el potencial de los niños y los jóvenes con gran capacidad intelectual dentro de la Unión Europea» ), lo que más preocupa a las familias de estos niños son las consecuencias de esta incomprensión, la frustración y desmotivación que se genera en ellos al ser obligados a aprender de una manera rígida contraria a su propia naturaleza. Los expertos reconocen un fracaso escolar del 60% en niños con altas capacidades al llegar a secundaria, entendiendo por fracaso escolar el rendimiento por debajo del potencial de cada uno. A ese fracaso escolar se suman, en mayor o menor medida, desórdenes de tipo emocional relacionados con la autoestima, ya que curiosamente, muchos de ellos se sienten “inútiles” al llegar a la adolescencia porque son incapaces de adaptarse a un sistema que se ha empeñado en desatender unas necesidades específicas reconocidas por una ley que no se cumple (LOE, LOMCE…), una ley que en sus principios recuerda que la finalidad de la educación, que es un derecho fundamental de todo niño, es alcanzar el máximo desarrollo personal, intelectual, social y emocional. 
A pesar de este panorama actual, del que se libran pocas pero honrosas excepciones, la creación y entrada con fuerza de nuevas metodologías de aprendizaje que tienen en cuenta la diversidad del alumnado, que fomentan el trabajo en equipo respetando las individualidades, son una buena y esperanzadora noticia para este colectivo, que, conviene recordar, se estima es un 2% de la población.


martes, 5 de noviembre de 2013

PROYECTO EMOCIONAL





Os dejo un esquema que ha realizado mi amigo Orduña en clase con sus chavales. De una manera magistral explica el por qué y para qué es necesario coaching en los centros educativos.
Muchas gracias amigo Orduña por compartir una visión magnífica de lo que es la educación.
Profesores como mi amigo conseguirán que el mundo cambie


viernes, 1 de noviembre de 2013

INTELIGENCIA EMOCIONAL. UNA NECESIDAD

LA CIUDAD DE LOS NIÑOS



Los niños aprenden mucho más jugando que estudiando, haciendo que
mirando. El juego que hacen solos sin el control de los adultos es
la forma cultural más alta que toca un niño. Los niños que han podido
jugar bien y durante mucho tiempo serán adultos mejores”


“El juego da recursos para la vida. Todas las crisis de la juventud
se gestan en la primera infancia”


“Hoy educar significa pedir a los niños que dejen de
comportarse como niños y lo hagan como adultos”


“Los pequeños pasan sus días frente a adultos instructores, les es difícil
hacer cosas raras. Así se va alimentando una necesidad de riesgo
acumulada que expresará con su primera moto y en las salidas nocturnas”


“Los pequeños no quieren estar recluidos en su habitación para jugar, ni
en ludotecas, ni en todos esos espacios que construimos para que estén
controlados. Lo que hace un niño controlado por un adulto es distinto
de lo que hace solo. Los niños necesitan espacios donde, dentro de
un clima de control social, ellos puedan hacen lo que quieran:
pisar el césped, subirse a los árboles y jugar con las lagartijas”
Francesco Tonucci


IMPRESCINDIBLE entrevista para todos los padres, los profesores, los alcaldes y encargados de urbanismo, … y en definitiva para todas las personas, porque es la sociedad en su conjunto quien trata y convive con los niños y la que reproduce un tipo de crianza y educación determinado.


Francesco Tonucci (1941) es un pensador, psicopedagogo y dibujante italiano que se dedica al estudio del pensamiento y el comportamiento infantil.


Ha creado y dirige desde 1991 el proyecto La Ciudad de los Niños, que propone a los alcaldes de 100 ciudades una nueva filosofía de gobierno, adoptando a los niños como parámetro de valoración, de proyección y de cambio de la ciudad.


Critica la forma en que las ciudades están estructuradas y aconseja que estén planificadas pensando en los niños. Pero no para convertirlas en Disneylands locales sino porque él afirma queun adulto sano es el resultado de un niño que ha jugado mucho y ha tenido autonomía.


Francesco Tonucci es un autor importante a tener en cuenta junto con Christopher Clouder que ya nos advertía que “hay mucho tiempo para ser adultos y poco para ser niños” y Toshiro Kanamori y su pedagodía para ser feliz.


Las criticas y sugerencias de Tonucci a la escuela clásica están resumidas aquí y también expresa sus ideas en viñetas que firma con el seudónimo “Frato” y que se recogen en el libro “40 años con ojos de niño” (Graó).




En contra de una sociedad que últimamente asocia constantemente la palabra “límites” a niños e incluso a bebés, este pedagogo reivindica la LIBERTAD, el poder personal, menos deberes, más tiempo libre por las tardes para descubrir el mundo y, sobre todo, sostiene que “los niños no son recipientes vacíos que hay que llenar de conocimientos” sino que tienen sus propias vivencias y formas de pensar.


En esta entrevista en La Contra de La Vanguardia del 11-9-2007 Tonucci explica con contundencia la importancia infravalorada del juego en la infancia y afirma que estamos robando la autonomía, herramienta básica de futuro, a los niños de 3 a 6 años.


Estas son sus palabras para leer varias veces y reflexionar como sociedad:


67 años. Nací en Fano y vivo en Roma. Estoy casado y tengo tres hijos y un nieto. Desde 1966 soy investigador del Instituto de Ciencia y Tecnología de la Cognición del Consejo Nacional de Investigación (CNR) Italiano. La política debería ser un servicio a la comunidad y es un servicio para pequeños grupos. Soy católico y creyente.


¿Qué quieren los niños?

Los niños que participan en el proyecto La Ciudad de los Niños (en 100 ciudades italianas, españolas y argentinas) piden todos lo mismo en sus reuniones con los alcaldes.


¿De qué se trata?

Espacio y autonomía. Tienen un gran conflicto con los coches porque estos crean peligro y y el peligro impide su autonomía. Unos niños italianos propusieron a un alcalde dividir el espacio: “Mitad para que aparquen los coches, mitad para nosotros”.


Angelitos

Estoy luchando con los alcaldes para que abandonen esa costumbre de construir parques para niños con columpios y toboganes. Los niños necesitan espacios donde, dentro de un clima de control social, ellos puedan hacen lo que quieran: pisar el césped, subirse a los árboles y jugar con las lagartijas.


¿No les gustan los espacios para niños?

Los pequeños no quieren estar recluidos en su habitación para jugar, ni en ludotecas, ni en todos esos espacios que construimos para que estén controlados. Lo que hace un niño controlado por un adulto es distinto de lo que hace solo. Están perdiendo esa posibilidad de vivir experiencias solos y por tanto la posibilidad de jugar.


Parece grave

A nivel cognitivo es gravísimo, por eso los niños están proponiendo que la ciudad retome el espacio público, como público.


¿Reivindican la necesidad de jugar?

Sí. Un niño le espetó al alcalde de Roma: “Estaba jugando en la plaza y un guardia me quitó la pelota”. Los niños tienen derecho a jugar en las plazas públicas. ¿Con la pelota? Sí. En Lima vi un cartel que suscribo: “Prohibido jugar a la pelota excepto niños”.


Plazas con pelotas y sin coches, ¿utópico?

Los niños deben poder jugar como quieran ellos. En el patio de casa, en la acera, en los paseos…, porque éstos son espacios públicos. Debemos invertir en cómo nuestras ciudades, no en una teórica, pueden transformarse en lugares donde los niños puedan ser niños. Y los que más me preocupan son los de tres a seis, porque les estamos robando la autonomía, herramienta básica de futuro.


¿Cómo percibimos hoy a los niños?

Los adultos y por tanto los propios niños se perciben como una persona que vale por lo que será mañana y no por lo que es hoy. Hoy educar significa pedir a los niños que dejen de comportarse como niños y lo hagan como adultos.


¿Cómo se soluciona?

Escuchando sus tonterías, porque cuando un niño dice una tontería es algo que no ha oído de sus padres ni de sus maestros.


Regáleme una tontería

El deseo de un niño: “Quiero una cancha de fútbol sin entrenador”. Entiendo que los niños estén hartos de adultos. La diferencia entre un niño de cinco años de hoy y yo cuando tenía su edad es que yo tenía mucho tiempo sin adultos, por mi cuenta. Hoy la gran preocupación es enseñarles todos los peligros.


Peligros que les cortan las alas

La soledad es la grave enfermedad de los niños que hoy viven en las ciudades ricas. Familias de hijos únicos, sin compañeros dentro de su propia casa y, debido al peligro ambiental, sin posibilidad de salir a buscarlos.


Tienen a sus compañeros de escuela

Amigos institucionales, compañeros controlables. En mi infancia hacer un amigo nuevo era un riesgo que requería capacidad de conocimiento de los otros, y me parece un valor enorme. La dificultad
que hoy tienen los jóvenes de crear pareja estable se debe a que les faltó la experiencia de crear relaciones que tuvieran que afrontar solos.


El riesgo asusta

El riesgo es una componente esencial del desarrollo. Sería deseable que los niños encontraran sus obstáculos en el momento útil, medir si pueden saltar un riachuelo o si les compensa relacionarse con alguien.


Hay quien opina que ya tendrán tiempo.

Los pequeños pasan sus días frente a adultos instructores, les es difícil hacer cosas raras. Así se va alimentando una necesidad de riesgo acumulada que expresará con su primera moto y en las salidas nocturnas.


Interesante.

Los niños no son aspirantes suicidas, no buscan situaciones que no puedan dominar porque se trata de jugar. A cambio de impedirles ese juego exploratorio les damos protección y posibilidad de adquirir muchas cosas. Se crea así una relación perversa entre un niño que quiere mucho y un adulto que piensa que tiene que dar mucho para compensar lo que no puede darle. Los regalitos continuos destruyen la capacidad de juego.


¿Hay que renunciar al control?

Sí, hay que acompañar “pero de lejos”, como decía un niño argentino. Los niños aprenden mucho más jugando que estudiando, haciendo que mirando. El juego que hacen solos sin el control de los adultos es la forma cultural más alta que toca un niño. Los niños que han podido jugar bien y durante mucho tiempo serán adultos mejores.


¿Qué consejo daría a los padres?

Dele a su hijo más autonomía, con normas de espacio, de tiempo y sociales, y le sorprenderá cómo mejora la comunicación: correrá a contarle lo que ha descubierto.


Debemos perder el miedo…

Así es. en tres municipios de Roma los niños de seis y siete años van solos al colegio. Los padres y los tenderos controlan pero sin que los niños lo sepan. Para ellos es un gran regalo, se sienten reconocidos y se hacen más responsables. Y, curiosamente, esos barrios se vuelven más seguros.


Vía entrevista: La Contra de La Vanguardia 11-9-2007

LA GRANDEZA DE SER PADRES



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