Y ahora no paramos de escuchar y leer sobre la posibilidad de hacer la educación emocional curricular, donde la inteligencia de emocional está en las empresas. Estamos rodeados de emoción y educación emocional, cómo si la emoción se puediera educar. ¿O si se puede?.
Como docentes, nos encontramos con la posibilidad de una nueva asignaturay nos acercamos a ella, con ilusión , en la etapa de infantil, y que, poco a poco, la alegría que acompañaba a esta nueva asignatura, cambia cual color tornasolado, a agobio, desconfianza, y por qué no decirlo a una asignatura difícil de compaginar con las exigencias curriculares.
¿Cuál es el motivo que nos impulsa a este de sentimiento frente a la inteligencia emocional?
En mi opinión es el cómo la entendemos. Para los docentes de infantil, abiertos a innovar, crear, a sentir la educación, exentos de exigencias curriculares. En cambio, conforme avanzamos por el sistema educativo, aumentan las exigencias por parte de las Administraciones, la carga lectiva,... entendiendo por ello, la educación emocional como una moda, más que una realidad para nuestros discentes y para nostros discentes.
Como padres nos preocupamos de que nuestros hijos crezcan sanos y que, con independencia de la carrera que eligan o los estudios que realicen, sean felices..... pero ¿sabemos lo que entienden nuestros hijos por felicidad? ¿Es necesario esperar a tener finalizados determiandos estudios para ser feliz? ¿La felicidad debe estar desligada de todo proceso educativo? ¿son nuestros hijos felices?.
Este viernes asistí a una charla TEd que organizaron los estudiantes de 3º ESO de un colegio en Salou, EIC, donde unas alumnas, hablaron sobre la felicidad de los estudiantes.
Y es ahí donde hay un a disonancia entre lo que los estudiantes quieren, los que los docentes quieren y los padres quieren...
Todo esta combinación nos lleva a olvidarnos de lo importante: LA PERSONA.
¿Te imaginas que no tuvieras emociones? ¿Podrías vivir?...
La respuesta es NO.
Luego si la emoción es una parte indisoluble del ser, al igual que el cuerpo físico, como el conocimiento, ¿por qué la entendemos como una moda y no como una parte inseparable de nosotros mismos?
Si la escuela se ocupa del conocimiento, y de la parte física ¿por qué pensamos que la emoción es una moda?
